Tras el tsunami y la crisis nuclear, en un momento de estancamiento económico, Standard & Poor’s degradó de “estable” a “negativa” la nota a la deuda nipona de largo plazo , que está en AA-.
Para la agencia, el costo de la catástrofe de marzo agravaría el importante déficit público nipón. La reconstrucción costará 30 billones de yenes (366.000 millones de dólares, algo así como el valor de toda la economía argentina actual ), estimó, contra una previsión del gobierno de Japón de 25 billones de yenes.
S&P dijo que los poderes públicos japoneses “asumirán lo esencial del costo, lo que aumentará el déficit público en dos puntos del PBI este año y en uno en 2012. Añadió que el rojo fiscal de Japón alcanzará 11% del PBI para el año presupuestario 2011. Esto aumentará la colosal deuda pública japonesa, que ya representa cerca del 200% del PBI en la tercera mayor economía mundial, el ratio más alto entre los países desarrollados.
La agencia, que ya rebajó un nivel en enero la nota de Japón debido a su importante endeudamiento, advirtió que podría hacerlo de nuevo “si ninguna consolidación presupuestaria impide el deterioro de las finanzas públicas en los próximos dos años”. Ayer el gobierno presentó en el Parlamento un presupuesto de emergencia de 4,02 billones de yenes (unos 49.000 millones de dólares) para financiar la primera fase de la reconstrucción.
Otro eco de la crisis es la cuestión energética . Japón es uno de los países que más energía nuclear usa para producción y consumo. Con los sucesos de Fukushima, la actividad atómica se resintió y el gobierno nipón debe aumentar su importación de petróleo , de las mayores del mundo (particularmente a Irán). Ese ese escenario podría impactar en los precios del crudo, ya en ciclo alcista por la crisis del “mundo” árabe, donde están los mayores yacimientos de hidrocarburos.
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